El proyecto "Olas de Amor" es una iniciativa solidaria que busca brindar experiencias transformadoras a niños de comunidades vulnerables.
En noviembre de 2023, 25 niños de la comunidad Naayeri fueron seleccionados por su esfuerzo y rendimiento escolar para participar en una aventura única: conocer el mar por primera vez.
A través de este proyecto, se buscó no solo premiar su dedicación, sino también inspirarlos y conectarles con nuevas realidades, fomentando en ellos la esperanza y el deseo de seguir superándose.
Un poco acerca del proyecto.

Preparativos en Santa Teresa
Los niños fueron reunidos en la comunidad de Santa Teresa desde muy temprano. Aquí comenzaron los primeros pasos hacia la aventura, con nerviosismo y emoción por el viaje que estaban a punto de emprender.
Salida hacia Tepic
Debido a las dificultades para acceder a Santa Teresa, los niños fueron trasladados en transporte público hacia Tepic. Este tramo inicial del viaje fue posible gracias al esfuerzo coordinado de los organizadores y el apoyo de la comunidad.
Viaje por Carretera hacia Chacala
En este punto, los niños viajaron hacia Chacala acompañados por voluntarios y padres. Durante el trayecto, la emoción iba en aumento, y los niños comenzaron a imaginar lo que les esperaba.
Llegada a Chacala y la bienvenida
Al llegar a Chacala, los niños fueron recibidos por el equipo del restaurante Coco Bongo y se instalaron en el hotel. La hospitalidad local fue clave para hacerlos sentir bienvenidos y cómodos.

Instalación en el hotel
Los niños se instalaron en sus habitaciones, preparadas con esmero gracias a los donadores. Después de un largo viaje, pudieron descansar y prepararse para la emocionante jornada que les esperaba.
Primer Encuentro con el mar
Finalmente, el momento más esperado llegó. Los niños se encontraron con el mar por primera vez, llenos de asombro y alegría. Este momento fue profundamente emotivo para todos los presentes.

Juegos y actividades en la playa
Durante su estancia, los niños no solo disfrutaron del mar, sino que también participaron en actividades y juegos organizados por los voluntarios, lo que fomentó la camaradería y la diversión.

Reflexión y despedida
El último día fue un tiempo para reflexionar sobre lo vivido. Los niños y los voluntarios compartieron sus pensamientos y sentimientos, agradeciendo la oportunidad y destacando el impacto que tuvo en sus vidas.
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